
Consejos para bañar a tu bebé
Aviso legal: El contenido de este artículo no constituye asesoramiento médico y no procede de un profesional médico. Consulte siempre a un profesional sanitario cualificado o a un pediatra para obtener asesoramiento relacionado con la salud de su hijo.
Para los novatos en el baño del bebé, es completamente natural sentirse un poco inseguros sobre cómo realizar esta tarea delicada y un poco resbaladiza. Profundizaremos en los aspectos básicos de y esperamos que esto os ayude a sentiros más seguros durante el baño, especialmente durante el primer baño del bebé y esos primeros meses.
La seguridad es lo primero
Cada bebé es diferente y es esencial adaptar su rutina de baño a sus necesidades y comodidad. Si tienes alguna duda o duda específica sobre el baño de tu recién nacido, consulta a un profesional sanitario para obtener orientación personalizada.
Al bañar a un recién nacido, bebé o niño pequeño, la seguridad siempre es lo primero. No importa cuántos años tenga tu pequeño, nunca lo dejes solo o sin supervisión en la bañera. Incluso si el agua del baño parece poco profunda, siempre existe un riesgo. Es fundamental seguir las directrices de seguridad establecidas y permanecer con el bebé durante todo el baño.
Asegúrate de haber preparado todo con antelación para que puedas quedarte con tu hijo y centrarte en él, lo que hará que sea una experiencia relajante y agradable para ambos.
¿Cuándo puedo bañar a un recién nacido?
Existe un debate sobre cuándo es el mejor momento para empezar a bañar a tu recién nacido. La mayor parte de este debate gira en torno a si es seguro bañar a un bebé al que aún no se le ha caído el cordón umbilical. Muchas fuentes coinciden en que, por lo general, es más seguro esperar a que se desprenda el cordón umbilical, lo que suele ocurrir dentro de las primeras semanas de vida.
Hasta que el cordón umbilical se desprenda y la zona haya cicatrizado, generalmente se recomienda bañar al recién nacido con una esponja limpiando suavemente la cara, el cuello, las manos y la zona del pañal. Esto se conoce como baño ligero. Una vez que el cordón umbilical se haya desprendido, puede pasar a un baño normal.
¿Con qué frecuencia debo bañarle?
No hay una regla estricta sobre la frecuencia con la que debes bañar a tu bebé. En sus primeras semanas, los bebés no se mueven mucho o se ensucian mucho, por lo que no necesitan baños diarios. Sin embargo, si no le estresa y le gusta bañarse, no hay razón para no bañarle una vez al día.
Aunque los consejos varían, la mayoría sugiere que dos veces a la semana es la frecuencia ideal. En otros días, puedes darle un baño ligero como se mencionó anteriormente, limpiando cara, cabeza y cuello con discos de lana de algodón y su parte inferior con toallitas para bebés después de cambiar los pañales.

¡Preparémonos para el baño!
Antes de empezar, debes preparar todo con antelación. Esto no solo te preparará a ti y a tu recién nacido para disfrutar del baño, sino que también es esencial para tu seguridad, para que no te distraigas.
- Recopila todo lo que necesites
- Bañera para bebés (como la Stokke® Flexibath)
- Toallitas para bebé
- Toallas suaves y absorbentes
- Paño o esponja de lavado
- Pañales limpios
- Ropa limpia
- Jarra para verter agua (opcional)
- Prepara el ambiente
Prepara un área limpia y segura para el baño. También es importante asegurarse de que la habitación tenga una temperatura adecuada, ya que los recién nacidos pueden enfriarse rápidamente.
- Prepara la zona de baño
Si utilizas una bañera para bebés, colócala sobre una superficie plana y estable o utiliza el fregadero de la cocina o un lavabo limpio. Coloca una alfombrilla antideslizante o una toalla doblada dentro de la bañera del bebé para proporcionar apoyo y evitar que se resbale.
Se recomienda utilizar un reductor para los recién nacidos de menos de 10 meses de edad para ayudarles a adoptar una posición más segura para el baño.
- Comprueba la temperatura del agua
Prueba el agua con el codo o el interior de la muñeca para asegurarte de que esté a una temperatura adecuada (entre 32,2 y 37,8 °C). Utiliza un termómetro de baño si lo prefieres.
Por lo general, se recomienda no añadir nada al agua, como limpiadores o jabones, durante el primer mes aproximadamente.
- Desvestir a tu bebé
Desviste a tu bebé, pero mantenlo envuelto en una toalla o manta hasta que llegue el momento de ponerlo en la bañera. ¡Recuerda que tu pequeño necesita estar abrigado!

¡Es hora de bañarse!
Ahora que todo está listo, sumerge a tu pequeño en el agua.
Cuando hayas terminado, sujeta al bebé de forma suave y segura. Sujeta la cabeza y el cuello con una mano mientras utilizas la otra para guiarlo hacia el agua.
Empieza humedeciendo suavemente el cuerpo del bebé con agua tibia. Al principio, es importante verter o agitar regularmente el agua sobre el bebé para acostumbrarlo a estar en el baño y mantenerlo caliente.
Utilizando un paño suave o una esponja, lava suavemente la cara, el cuello, el cuerpo, los brazos y las piernas del bebé, teniendo cuidado alrededor de los ojos. Aclara al bebé vertiendo agua caliente sobre él con una jarra o con la mano. Ahorra lavar el cabello en último lugar, ya que se mantiene húmedo durante más tiempo y puede hacer que se enfríe. También debes limitar el tiempo de baño de su pequeño a 10 minutos como máximo para evitar que se enfríe demasiado.
Una vez finalizado el baño, saca al bebé del agua, envuélvelo bien en una toalla y sécalo suavemente con un paño, prestando atención a secar entre los pliegues de la piel. Luego, viste a tu pequeño con un pañal limpio y ropa limpia.
Después de usar la bañera para bebés, asegúrate de enjuagarla bien con agua para eliminar cualquier jabón o residuo de los productos de baño. A continuación, limpia suavemente la bañera con un paño suave antes de plegarla para guardarla. Esto ayuda a mantenerla limpia y evita la proliferación de bacterias.
Un momento para conectar
Es importante recordar que cada bebé es único, por lo que puedes tardar un poco en encontrar la rutina adecuada para ti y tu pequeño. El baño no es solo otra tarea que completar, es una maravillosa oportunidad para crear vínculos; un momento para disfrutar al final del día, donde puedes sentarte con tu bebé y pasar tiempo de calidad juntos.
Para que el baño sea un poco más fácil, consulta nuestra lista de esenciales para bebé, donde te mostramos todo lo que necesitas para prepararte para la llegada de tu pequeño.
Recuerde que este artículo no ha sido redactado por profesionales médicos. Póngase en contacto con su proveedor de atención médica para obtener asesoramiento médico específico para sus hijos.