Para reducir el riesgo de asfixia y de retención de CO2, la pediatría recomienda que el niño duerma boca arriba en un colchón firme.
Una superficie blanda puede adaptarse a la forma de la cabeza del niño y aumentar el riesgo de que el niño respire su propio aliento exhalado (dióxido de carbono).
El colchón Stokke® Sleepi™ Mini está hecho de múltiples capas de malla 3D transpirable con un núcleo de fibra Sorona® Bicomponente Stretch para proporcionar firmeza, máxima circulación de aire y superar los más altos estándares de seguridad.